Nuestro potencial para prosperar en la vida se ve obstaculizado por nuestros sentimientos, actitudes e ideas ocultos. Nuestros secretos nos agobian. Guardar secretos es igual a quedarse atrapado. Cualquier cosa oculta tiene poder sobre nosotros porque tememos que se descubra.
¿Qué secretos escondes?
La decisión de mantener nuestro ser interior protegido y un secreto para los demás es nuestra decisión. Arriesgar la vulnerabilidad de compartir quiénes somos requiere fuerza y mucho coraje. Con la excepción de Dios, nunca podemos estar seguros de que aquellos a quienes abrimos no nos traicionarán. Sin embargo, podemos estar seguros de que las cosas que mantenemos ocultas nos perseguirán. Nuestros secretos guardados en la oscuridad impiden nuestro crecimiento personal y prosperidad.
Puedes liberarte del poder de la oscuridad. Primero Juan 1: 5 dice que Dios es luz y en Él no hay oscuridad en absoluto. La recompensa de la honestidad total y sacar a la luz las cosas secretas es una mayor intimidad con Dios, con nosotros mismos y con los demás. La verdad y la honestidad hacen posible un nivel de amistad que elimina las dudas y convierte todas las situaciones en oportunidades para una mayor felicidad.
Puede ser tentado hoy a guardar algunos secretos.
Te animo a dejar que la luz de Dios brille en tus motivos ocultos y lugares oscuros. (Él ya los conoce de todos modos). Compartir y ser honestos con aquellos con quienes estamos cerca nos aliviará de las cargas que solo nos agobian y nos impiden prosperar en la vida.
Primero Juan 1: 6 dice que si decimos que tenemos comunión con Dios, pero caminamos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Luego continúa diciendo en el versículo siete, que si caminamos en la luz como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado.
El hecho de la cuestión es: Ya sea que mire esto espiritualmente o naturalmente, cuando nos engañamos a nosotros mismos y mantenemos las cosas en secreto, impedimos que nuestra relación espiritual con Dios prospere y nuestras relaciones naturales con las personas. Permitir que otros nos conozcan realmente crea mayores oportunidades para el crecimiento y la felicidad. Solo cuando abrimos y decimos la verdad la gente confía en nosotros. La honestidad es una cualidad que asegurará una prosperidad creciente en nuestras relaciones y en nuestras vidas.
¡Disfruta de la prosperidad creciente mientras caminas en la luz y vives una vida de verdad!